SAN JUAN DE MARCONA – Para los hermanos Coronel, el inicio de la segunda semana de competencia del Rally Dakar fue turbulento.
Después del día de descanso, el binomio holandés había recuperado energía para encarar la última parte del evento de larga duración que somete a hombres y máquinas por igual. Rumbo a la largada, un conducto de freno trasero se prendió fuego. La tripulación no se percató al principio, pero un participante que iba atrás de ellos sí y les avisó. Una rápida intervención sobre la parte incendiada puso fin al asunto.
Una vez que retomaron la marcha, las cosas se siguieron complicando para Tim y Tom en medios de las grandes dunas peruanas. Muchos vehículos habían sufrido inconvenientes en los primeros kilómetros del especial y ellos no fueron la excepción, particularmente cuando el coche golpeó una zanja.
“Ese fue un impacto considerable y la suspensión se rompió”, según explicó Tim. “Realmente, no teníamos formar de continuar, por que debimos reparar el auto en el lugar. Esperamos al servicio móvil Boucou para hacer eso. Recién pudimos poner primera tras varias horas de trabajo”. Cuando el tramo fue neutralizado, los mecánicos del equipo esperaban atentos en la zona para terminar la labor. “Se pusieron manos a la obra hasta 2 de la mañana”. “Luego, llegamos a tiempo al bivouac. Anduvimos por las dunas un rato ya siendo de noche, pero no se veía nada y preferimos estacionar a un costado y dormir un par de horas. Amaneció a las 5:00 y entonces sí proseguimos. Al arribar al campamento, apenas pasaron unos minutes y ya tuvimos que largar la séptima etapa”.
Etapa 7 libre de problemas
La jornada de ayer fue menos traumática: “Fue un buen tramo para nosotros”, resumió Tom. “La camioneta no tuvo inconvenientes, fuera de un neumático que perdió presión porque volvió a fallar el sistema de desinflado, por lo que preferimos parar a cambiarlo. Se trató de una de esas etapas que pudimos disfrutar a bordo. Tim manejó bien en la arena y para mí fue un placer verlo en acción desde a butaca derecha. Llegó un momento en que tuve que decirle que aminore la marcha porque faltaban 25 kilómetros para la llegada y él seguía a fondo como si fuera un rally sprint o quisiera batir un récord mundial”.
Tim añadió: “Lo pasamos de maravillas. Nos dio gusto la experiencia de ayer porque los traspiés fueron menores, como cuando nos atascamos brevemente sin necesidad de excavar. Todo lo que se había complicado antes se fue normalizando posteriormente. Días así son necesarios cuando el Dakar te pone a prueba”.
La etapa de hoy (martes) va desde San Juan de Marcona a Pisco a lo largo de 576 kilómetros totales (361 cronometrados).