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Día difícil para Tim y Tom Coronel

Día difícil para Tim y Tom Coronel

La de ayer (miércoles) fue una jornada de extremos en lo referido al Rally Dakar. Los competidores largaron con temperaturas que superaron los 35 grados y, sin embargo, algunas horas más tarde, ya debían ponerse guantes y gorros para combatir el frío de casi 5 grados que había al trepar la etapa tanto en altura.

Para más, los efectos de ascender a las montañas andinas se hicieron sentir. La carrera pasó de los 1.400 a los 4.000 metros sobre el nivel del mar, incluyendo un pico que tocó los 5.000 metros durante la neutralización. Eso dividió en dos al tramo, con una primera parte de casi 200 kilómetros y otra de más de 100 antes de la meta, tras une etapa exigente y dura.

También Tim y Tom Coronel se vieron afectados por esto. La mañana había empezado bien y con buen ritmo para los holandeses, pero a mitad de la primera sección, el auto de Tom experimentó problemas de embrague. Fue remolcado después por su hermano y los dos arribaron al punto intermedio en conjunto. Para el resto del especial, Tom optó por ser tirade por el servicio de asistencia rápida Boucou, mientras que Tim lo hizo por sus propios medios hasta el final, aunque con la pérdida de tiempo considerable que le costó el trámite previo con su compañero de equipo.

“Fue un tramo realmente peculiar”, reflexionó Tom Coronel. “En el inicio, las cosas iban bien y yo me metía entre autos más grandes. Sobre el fesh fesh me manejé sin inconvenientes, pero después el embrague comenzó a patinar. Eso era realmente mal síntoma al momento de escalar las montañas. Lo que hizo Tim fue brillante. Se quedó conmigo todo el tiempo y me ayudó con todo. Me remolcó durante gran parte del sector a 3.500 metros de altura, una zona donde nuestro pequeño motor sufrió bastante en virtud de la falta de oxígeno. Un Land Rover me llevó posteriormente hasta más arriba y al final a esa tarea la cumplió la gente de Boucou. Ya en el bivouac, tuvimos que reparar el coche con prisa. Fueron sentimientos encontrados, pero creo que todo estará bien. ¡No nos rendiremos porque ya estamos recorriendo Bolivia!”.


Tim contó: “El tramo fue positivo al principio. En el área donde había fesh fesh, se detuvo de repente un auto frente al mío y tuve que esquivarlo, cayéndome a una zanja. Eso me costó bastante tiempo. Después, pude pasar a unos cuantos rivales antes de ver a Tom al costado del camino, cerca de un viñedo. No podíamos arreglar allí su embrague, así que decidimos que yo remolcaría su vehículo. Esa tarea no es ideal para la montaña, pero por suerte más tarde alguien más siguió ayudando a mi hermano mientras que yo encaraba la segunda mitad del tramo. Hubo que improvisar algunas cuestiones porque la ruta de la asistencia de Boucou era diferente, pese a lo cual tuvimos que asegurarnos de llegar al parque cerrado”.

Pese a lo complicado del día, la motivación está intacto: “No hay forma de que un Coronel baje los brazos. Tenemos un solo objetivo y es que nuestros dos buggies lleguen a la meta, ¡algo que realmente debemos lograr!”.

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Jueves 5 de enero

Especial 4: San Salvador de Jujuy – Tupiza

Distancia: 521 kilómetros, tramo clasificatorio 416 kilómetros

Los participantes recorrerán caminos ubicados a 3.500 metros sobre el nivel del mar, una altura a la que se someten durante cinco días. Allí, se topan con dunas altas poco habituales para estas altitudes. Hay que ser hábil a la hora de trepar y la navegación transcurre a mucha velocidad y con varios cambios de dirección en suelo boliviano.