TUPIZA – Por lejos, la de ayer fue la etapa más larga del Rally Dakar 2018, pese a lo cual los hermanos Coronel alcanzaron en ella su mejor resultado parcial desde que largaron. El especial cubrió prácticamente 500 kilómetros en los cuales pudieron aprovechar las prestaciones de la camioneta Jefferies con Tim al volante. Los holandeses fueron obteniendo tiempos competitivos en cada control de paso hasta rematar la jornada en un sobresaliente 30º puesto general. Hoy, los gemelos aprovecharán para ponerse un poco al día con el descanso, ya que la etapa prevista entre Tupiza y Salta fue cancelada por inundaciones en la región.
“Fue un súper-día”, expresó Tim Coronel desde el bivouac. “En el inicio del tramo, nos complicó levemente un problema con los frenos traseros. El sistema de desinflado recalentó al punto de comenzar a derretirse. Cuando percibimos que atrás los neumáticos perdían mucha presión, nos detuvimos, desconectamos la manguera correspondiente y seguimos. Dos veces tuvimos que parar a desinflar las ruedas para cruzar dunas pesadas. Lo hicimos con cautela, sin apuro y siendo consistentes. La conclusión fue que obtuvimos nuestra mejor posición en una etapa desde la largada. Creo que cada día esto se va poniendo mejor y solo lamentamos que el trayecto de hoy haya debido suspenderse. La navegación de Tom fue precisa, así que supongo que estamos bien parados para los últimos días de competencia”.
“Lo resumo simplemente con un día hermoso”, agregó Tom. “Hubo un par de pasajes dificultosos por la falta de asistencia en la etapa maratón, por lo que había que asegurarse de antemano que nada previsible se rompa. Afortunadamente, todo salió bien. Veo que Tim se está compenetrando cada vez mejor con el coche. Lo maneja con más precisión que antes. Todo se vuelve más automático mientras él se acostumbrando al auto. Al ser yo también piloto y al ir su lado, me doy cuenta de lo mismo. Eso es fantástico. Todos los días, la gente me pregunta cuándo me tocará conducir a mí, pero yo lo estoy pasando estupendamente de este modo. Hemos dicho en más de una oportunidad ‘No cambiar un equipo ganador’. Tim me hace la misma pregunta cada mañana. No es que y piense que no vale la pena, en absoluto, sino que estoy disfrutando de esta carrera desde la butaca derecha y viendo conducir a mi hermano”.
Otra vez, la pasión del público dakariano fue evidente, al extremo de generarle escalofríos a Tom: “Mientras nos metíamos al pueblo, nos parecía increíble lo que veíamos. No sé por qué nos esperan con más entusiasmo que a otras tripulaciones. No lo digo para hacer alarde, pues eso es algo que no necesito, sino que es conmovedor observar cómo la gente valora nuestro esfuerzo. Es la emoción más fuerte que nos ofrecer el Rally Dakar, al punto de erizarnos la piel”.
Con la novena etapa que implicaba el cruce de Bolivia a Argentina por razones climáticas e inundaciones en la ruta, los gemelos Coronel visitarán relajados algunas localidades de la época colonial que Tom conoció cuando tuvo que abandonar en esa zona hace dos años.