PISCO – La 40ª edición del Rally Dakar se largo formalmente ayer en medio de una multitud entusiasta que rodeó la rampa en Lima, tras lo cual los participantes fueron en enlace para un tramo corto de 31 kilómetros ubicado en las afueras de la capital peruana, donde urgen grandes dunas.
Esto le permitió a Tim y Tom Coronel acostumbrarse a su nuevo auto, por más que la jornada no estuvo exenta de inconvenientes. Los holandeses tuvieron que pararse algunas veces luego de que los frenos se trabaran y el motor recalentara, pese a lo cual llegaron al bivouac en Pisco antes del anochecer.
“¡Bienvenidos al Dakar! Estamos en carrera”, dijo Tim sonriendo. “Siempre hay días en lo que no todo sale como uno quisiera. Los frenos se atascaron al principio y nosotros no dimos cuenta enteramente. Como consecuencia de ello, salieron algunas llamas de los guardabarros, lo cual fue bueno para los fotos e imágenes, pero no para el coche, desde luego. Cuando nos percatamos, aflojamos los frenos. Después, un sensor nos indicaba que el motor estaba recalentando. Nos deteníamos más o menos cada dos kilómetros para enfriarlo. Fue muy extraño, pues probamos bastante en Estados Unidos y nunca nos habían sucedido estas cosas. Investigaremos los orígenes de las fallas. Sin embargo, el vehículo es increíble cuando nada lo afecta y creo que podremos hacer un buen papel”.
Tom estaba igual de motivado en relación a la camioneta desarrollada por Damen Jefferies: “Así pasó nuestro primer contacto con el coche. ¡Qué máquina! Es impresionante lo que se puede hacer con él, sin importar las condiciones del lugar. Tuvimos algunos problemas técnicos, pero por suerte llegamos a la asistencia antes de oscureciera. No esperábamos contratiempos como éstos, aunque ya sabemos que así es el Dakar. Tuvimos la noche para solucionar estas cuestiones y desde ahora recupero la confianza en poder andar bien. Al menos fuimos conociendo un poco más el medio mecánico en competencia. Estoy convencido de que saldrá todo bien. ¡Es una camioneta impresionante! Le agradezco mucho a los patrocinadores por habernos permitido realizar esta experiencia. Si llegamos a la meta, ¡me volveré loco con este monstruo de auto!”.
